¿QUÉ ES EL RENTING?

El renting o arrendamiento operativo es un tipo de contrato basado en el alquiler de un bien por un periodo de tiempo predeterminado, mediante el pago de una cuota mensual o trimestral. En este contrato, la empresa que alquila el bien (arrendatario) puede utilizarlo sin necesidad de transferir la propiedad del equipo y además disfrutar de ventajas fiscales.

PRINCIPALES VENTAJAS DEL RENTING

El renting de equipos ofrece a las pequeñas y medianas empresas un conjunto de ventajas, difícilmente igualadas en otra modalidad de adquisición o alquiler de equipo. Conozca las más transversales a los varios sectores.

Mayor actualización tecnológica del negocio: el renting de equipos le permite acceder a tecnología más avanzada, sin la necesidad de comprar nuevos equipos en cada evolución tecnológica.

Financiación al 100%: al contrario de lo que sucede tradicionalmente con el crédito, en el renting, las PYMES pueden obtener una financiación sobre la totalidad del valor de los equipos, sin entrada inicial.

Mayor liquidez: esta modalidad permite mantener el cash flow y tener mayor certeza en el presupuesto, gracias a las cuotas fijas.

Gestión de riesgo y recuperación de la inversión: el renting reduce el riesgo de la inversión realizada, una vez que en esta modalidad las PYMES pueden realizar pagos menores mientras los equipos son explotados y generan beneficios.

Liberación de capital: el alquiler de equipos permite conservar el dinero que puede ser invertido en otras áreas de la empresa, como expansión, mejoras, marketing o hasta investigación y desarrollo.

Protección contra la inflación: el arrendamiento ayuda a su empresa a cubrir el riesgo de inflación porque no paga el coste total del equipo anticipadamente o con un gran adelanto en dinero.

Fin de vida de los equipos asegurada: la arrendadora es responsable por la gestión del fin de vida de los equipos, para que su empresa se pueda concentrar en el «core» del negocio.

BENEFICIOS FISCALES DEL RENTING

A nivel fiscal, el renting se considera un coste de la actividad del negocio. Las cuotas son deducibles a efectos de Impuesto de sociedades y no están sujetas al impuesto de sello. Normalmente, el IVA es deducible o tiene un menor impacto en la tesorería. Además, su pago es distribuido por la duración del contrato, incluido en cada una de las cuotas mensuales.

Los beneficios fiscales de esta modalidad representan una gran ventaja, ayudando a aliviar la carga fiscal soportada por las pequeñas y medianas empresas.